Christine Weimann, asociada responsable del Departamento de Marcas de ABG Intellectual Property, ha participado un reportaje publicado en El País la sobre la decisión de la Gran Sala de Recursos de la European Union Intellectual Property Office (EUIPO) en la que confirma la denegación de registro de la marca “Maricón perdido” por ser contraria a los principios de la moral.
La abogada Christine Weimann, responsable del departamento de marcas de ABG Intellectual Property, compara el caso de Maricón perdido con el de Dykes on bike, en 2008, en Estados Unidos. Dykes es una forma peyorativa de referirse a mujeres lesbianas (puede equipararse a bolleras); on bike significa en bici. En contra del criterio europeo, la justicia de Estados Unidos aceptó el uso comercial de este término a pesar de que pudiese resultar ofensivo. Los jueces americanos entendieron que “el registro de la marca puede ser uno de los pasos con los que las minorías intentan rehabilitar palabras que se han usado para insultarles”, explica Weimann. El Tribunal Supremo de Estados Unidos ratificó que Dykes on bike era una marca válida bajo el paraguas de la primera enmienda de la Constitución de EE UU (defensa de la libertad de expresión). Pero los juristas de la oficina europea rechazan esta postura y se inclinan por defender que la libertad de expresión no puede ser cobijo para marcas gamberras.
El reportaje complejo redactado por el periodista José Miguel Barjola puede leerse (en abierto) pinchando aquí.
