Un registro de marca nacional ofrece protección dentro de las fronteras del país en el cual la marca se encuentra registrada. Sin embargo, en un mundo cada vez más globalizado y gracias a las posibilidades que el comercio electrónico ofrece a las empresas para poner a disposición del público sus productos y servicios en otros países, la protección a través de marca nacional puede no ser suficiente.
Cualquier empresa que se encuentre en esta situación y que esté comercializando sus productos o servicios en otros países bajo una determinada marca debería disponer de derechos de marca en dichos países.