Hacer despegar una compañía aeronáutica es una complicada misión que está intrínsecamente ligada a la innovación. Su alta especialización conduce al desarrollo de productos de alto valor añadido en los que la protección de la propiedad industrial desempeña un papel imprescindible.
En esta industria en la que, además, se compite a escala global, las empresas aeronáuticas españolas cuenta con papel destacado y una larga tradición. Una de ellas es ITP Aero, donde han desarrollado una estrategia clara y un sistema de decisión sistemático para proteger sus invenciones.
Abróchense los cinturones porque en este ABGclientes ponemos rumbo al corazón de su Departamento de Propiedad Intelectual a cuyos mandos se encuentra Manuel Benito Morales.
¿Qué es ITP Aero? ¿A qué os dedicáis?
ITP Aero es una compañía de motores aeronáuticos. Lo que hacemos son propulsores, turborreactores o turbofanes para aviones tanto de aviación civil como de aviación militar, helicópteros, etc. Somos una entidad corporativa del Grupo Rolls-Royce que goza de autonomía organizacional con presencia en 5 países: España, México, India, Malta y Reino Unido.
En el año 2019 ITP llegó a tener una facturación por encima de los 1.000 millones de USD. Nuestras ventas se distribuyen en un 11% de lo que llamamos soporte en servicio (mantenimiento de motores) y el resto correspondería al diseño, desarrollo y fabricación para defensa (14%) y para aviación civil (75%).
¿Cómo surgió ITP y cuál ha sido la evolución?
ITP nace en el año 1986 muy ligada al famoso programa de defensa del Eurofighter, cuyo motor es el EJ200. A partir de ahí, ITP hizo un gran esfuerzo porque quería ser una empresa tecnológica capaz de partir de un papel en blanco y ser capaz de llegar a un producto final. Poco después ITP comenzó a hacer partes de motores de aviación civil, a veces solo fabricación o parte de diseño, pero menor.
Poco a poco fuimos adquiriendo capacidad para hacer el diseño completo de módulos dentro del motor, como, por ejemplo, la turbina de baja potencia. Hemos llegado a convertirnos en centro de excelencia para algunos de los componentes y, en muchos casos, estamos a un nivel en el que nuestra competencia es mundial. A día de hoy, ITP tiene presencia en aviones de doble pasillo, monopasillo, aviones de negocio, de transporte de mercancías, de defensa y helicópteros de las principales compañías de aviación, como pueden ser Airbus o Boeing, entre otros.
¿Qué papel juega la innovación en ITP Aero? ¿En qué componentes o módulos estáis especializados?
Hoy en día hay módulos en los que en ITP somos Tier 1, es decir, que podemos partir desde cero y llegar a la entrega del paquete completo, y esto a un nivel de estado del arte mundial. En los primeros motores lo que nosotros hacíamos es los llamados externals -que son los componentes que se sitúan en la parte externa del motor- y las toberas -que son los módulos finales del motor que descargan los gases de salida del motor al ambiente-. Especialmente en estas últimas adquirimos una gran capacidad con desarrollos muy novedosos que nos han permitido generar importantes activos de propiedad industrial que, en muchos casos, hemos protegido y protegemos por patente.
Después ITP apostó fuerte por adquirir capacidad en los módulos más internos del motor, cuyos requerimientos tecnológicos son mayores. Logramos llegar a ser centro de excelencia en turbinas de baja presión y en estructuras radiales de diferentes partes del avión, para, finalmente, adentrarse en el área de los compresores.
Vigilancia Tecnológica
El aeronáutico es un sector especialmente innovador en el que se trabaja en una eterna contrarreloj para conseguir invenciones. ¿Realizáis un seguimiento de sus avances?
En ITP Aero nos mantenemos al día no sólo de los derechos de terceros, sino también tratamos de averiguar qué se está haciendo.
Hay un significativo número de profesionales que forman parte del equipo desarrollando su carrera de forma asociada a una determinada tecnología. Cada uno de ellos redacta anualmente algo similar a una memoria. Esas personas son los principales ojos del departamento de Propiedad Intelectual en esas áreas porque son los que están alerta ante cualquier innovación en su campo.
¿Qué beneficios implica esa vigilancia tecnológica?
Permite, por ejemplo, aconsejar a los departamentos de investigación sobre las direcciones más interesantes hacia las que orientar desarrollos. En otros casos, esa vigilancia tecnológica puede también abrir la posibilidad de establecer acuerdos de licencia que abaraten costes. De manera global, sin duda, desempeña un papel importante a la hora de minimizar riesgos y de anticiparnos a los cambios.
Propiedad Industrial en ITP Aero
La capacidad innovadora de ITP Aero genera invenciones. ¿Qué valor le dais a la protección de la propiedad industrial?
La evolución de ITP Aero ha permitido la generación de importante propiedad industrial y nuestro objetivo es protegerla de forma adecuada para mantener nuestra ventaja competitiva y un factor diferencial. Asimismo, buscamos estar seguros de que respetamos la propiedad intelectual de otros.
Sois una empresa que trabaja a nivel global, pero ¿prestáis una especial atención a algunas zonas geográficas en lo que a protección de la propiedad industrial se refiere?
Somos una empresa que trabaja para el mercado mundial. Obviamente hay una parte del Mundo que es la más importante desde un punto de vista de competidores que son, normalmente, Europa, Estados Unidos, Canadá, China, Rusia y Brasil, que está empezando a funcionar.
Identificación de Innovaciones
La plantilla de ITP se compone de más de 3.800 empleados, entre los que se encuentran 1.100 ingenieros. Vuestros cálculos hablan de más 200 mil horas de I+D cada año. ¿Cómo permanecéis informados de las invenciones que se realizan en los diferentes equipos y que requieren protección?
Nosotros de forma interna solemos llamarlo identificación de innovaciones y es algo muy importante. Por un lado, permite identificar aquello sobre lo que se necesita tomar medidas de protección más especiales dentro de la empresa y, por otro, tener una visión externa para optimizar las acciones y esfuerzos.
¿Cómo identificáis las invenciones que se generan en ITP Aero?
Tenemos claramente establecidos momentos concretos en los que realizamos esa vigilancia e identificación de innovaciones como, por ejemplo, en las puertas de control de avance de los proyectos de productos.
Organizamos también reuniones específicas en un comité de Propiedad Intelectual y con los diferentes departamentos tecnológicos. Además, en el Departamento de Propiedad Intelectual tenemos un buzón abierto para que se nos realicen consultas, por ejemplo, cuando se cree que una determinada innovación ha podido pasar desapercibida o cuando se tienen dudas sobre infracciones de derechos de terceros.
Al final, todos los miembros de ITP Aero, de una u otra forma, están integrados en el sistema, aunque, obviamente, los responsables técnicos o los ingenieros jefes e integradores están más implicados. De forma interna tratamos también de facilitar la divulgación del sistema de protección de la propiedad industrial e intelectual a través de nuestra intranet.
¿Patente o secreto?
¿Cómo decidís cómo protegéis esa innovación?
Desde hace unos años, nosotros seguimos una lógica de decisión de forma sistemática. En lo relativo a gestión de las invenciones… cuando nosotros identificamos una invención, lo primero que hacemos es decidir cuál es el método más apropiado de protección. Para ello tenemos en cuenta la categorización, sus posibilidades de patentabilidad, la ocultabilidad (es decir, si es fácil ocultarlo a los competidores) y las posibilidades de vigilancia y litigación en caso de que alguien infrinja.
En base a las respuestas a esas preguntas podemos optar por solicitar la patente, protegerlo como derecho industrial o publicarlo. En este último caso, lo que se pretende es que crear un estado del arte que impida que un tercero solicite patentes en esa área que pudieran obstaculizar la innovación. Estas opciones no son excluyentes, sino que lo más habitual es que aparezcan combinadas.
Para llevar a cabo todo esto, de forma interna se necesitan procedimientos, instrucciones y guías. Nosotros usamos plantillas, para facilitar al equipo la identificación de las invenciones y que nos las transfiera al departamento de propiedad intelectual.
¿Qué categorías de invenciones habéis creado?
En lo que a categorización se refiere, nosotros distinguimos entre de soporte, diferencial o esencial. Para nosotros una invención que consideramos esencial es crítica para el producto, mientras que la diferencial, aunque suponga una innovación, puede ser sustituible.
¿A qué os referís con la ocultabilidad de las invenciones? ¿Cómo determina esto el tipo de protección?
Si pensamos que la invención es ocultable para los competidores y creemos que nadie está investigando en esa área, ni va a llegar a ello de forma fácil ni cercana, le aplicaríamos la política de secreto industrial. Sin embargo, frecuentemente nos encontramos con que las invenciones son difíciles de ocultar y, a menudo, tenemos competidores activos y cercanos en el área. En este caso, aplicamos las categorías y diferenciamos entre invenciones diferenciales y esenciales. En ambos casos, evaluamos si son patentables, vigilables y litigables. De ser así, patentamos, pero en caso negativo hacemos una combinación entre secreto industrial y publicación.
¿Cuándo escogéis solicitar patentes?
La patente te otorga exclusividad, pero no hay que olvidar que el hecho de solicitar una patente supone también la divulgación de una tecnología no conocida con suficiencia descriptiva. Realmente es una información muy valiosa. Nuestro objetivo es fundamentalmente comercializar productos propios. En algunos casos, estamos licenciando también, pero no es nuestro enfoque principal.
Los secretos no revelan la invención, pero la gran desventaja es que no te otorga ninguna protección contra la ingeniería inversa.
¿Qué importancia le dais a obtener la concesión de una patente?
Para nosotros tener patentes no es la meta. El objetivo es generar valor a partir de una cartera de propiedad industrial y, por eso, la idea es que es importante desarrollar una estrategia integrada donde se tenga en cuenta todo. En definitiva, nuestro propósito es obtener la mejor protección y el mayor valor añadido. Para ello hay que hacer una gestión activa del portfolio que no sólo va a incluir patentes, sino también otras figuras de protección.
Y, en cómputo general, ¿optáis más por patentar o por mantener en secreto?
Hasta hace unos años la política general de ITP Aero era mantener las cosas mayoritariamente en secreto y puntualmente optar por la protección por patente. A día de hoy buscamos la mejor protección.
A nivel general podemos decir que protegemos más habitualmente por secreto industrial y, por eso, hemos tenido muy en cuenta la ley de secretos empresariales que se publicó en España el año pasado, con la colaboración de agentes como ABG.
¿Cómo contribuye ABG Intellectual Property a su protección de la propiedad industrial?
ABG ha contribuido y contribuye con aportaciones muy diversas que nos están permitiendo definir un procedimiento interno eficaz y robusto para proteger nuestra propiedad intelectual, evitar conflictos y optimizar la generación de valor añadido.
Nos ha aportado un mejor entendimiento sobre las posibilidades de las patentes y los secretos industriales en los distintos países en los que estamos presentes, dándonos información muy útil sobre las legislaciones específicas, en presentaciones generales y a través de preguntas concretas.
ABG también está siendo un colaborador muy valioso a la hora de redactar aplicaciones de patentes. No es la única empresa con la que trabajamos en este tema, pero estamos muy satisfechos de nuestra colaboración hasta el día de hoy.