NANOGAP: Una spinoff cuya semilla fue la patente que protege los clústeres cuánticos atómicos

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La transferencia de tecnología es una las prioridades de la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación. De hecho, la transmisión del conocimiento científico y técnico generado en el entorno universitario y de centros tecnológicos a la sociedad es una prioridad, no sólo en España sino en toda la Unión Europea.

En esta entrevista queremos que conozcas NANOGAP, un caso de éxito que resulta un ejemplo y un modelo a seguir. Esta spinoff surgida en la Universidade de Santiago de Compostela cuenta ya con importantes socios industriales y financieros y un prometedor futuro.

La Propiedad Industrial e Intelectual es, sin duda, una pieza clave en su éxito, pero el origen es una invención fascinante, capaz de aplicarse a nuevas formas de energía o a la cura contra el cáncer.  Nos habla de ella Eldara Rodríguez, Responsable de Innovación de NANOGAP.

Nanogap y los clústeres cuánticos atómicos (AQCs)

Nanogap nació hace ya 14 años, ¿cómo surgió?

Siempre hay muchos factores, pero se puede decir que la semilla fue una patente, la que protege los clústeres cuánticos atómicos (AQCs), nuestro producto estrella. Se trata de una invención de los profesores Arturo López Quintela y Pepe Rivas, catedráticos ambos de la Universidad de Santiago de Compostela y pioneros en la nanotecnología en nuestro país. Llevaban tiempo dándole vueltas a la idea de hacer una spin-off, pero tuvieron que darse varias circunstancias para que finalmente la idea cristalizara en la fundación de NANOGAP. Por una parte, la solicitud de la patente de los AQCs, acompañada de resultados experimentales muy prometedores y, por otra parte, que Tatiana López del Río (nuestra CEO) estuviera en ese momento comenzando sus trabajos de tesis en el laboratorio. Ella fue la que le dio forma a la idea y cogió el impulso que finalmente terminó con la creación de NANOGAP.

¿Qué son los clústeres cuánticos atómicos, también denominados AQCs?

Quizás la manera más sencilla y “visual” de describirlos es como moléculas metálicas o, lo que es lo mismo, grupos de pocos átomos metálicos en estado de oxidación cero y sin necesidad de ligandos estabilizadores. Esto hace que los metales presenten propiedades nuevas y sorprendentes, propias del mundo cuántico, muy diferente de las propiedades clásicas de los metales.

Han sido descritos en la bibliografía en múltiples ocasiones, pero casi siempre de forma teórica o en fase gas y con tiempos de vida bajísimos. Lo que consiguieron los profesores Arturo López Quintela y Pepe Rivas fue poner a punto la síntesis de clústeres de distintos tamaños y metales, estables y sin necesidad de ligandos.

¿Para qué sirven?

Lo más notable de estos clústeres se ve reflejado en sus propiedades, así dependiendo del número de átomos de la agrupación y el tipo de metal los AQCs pueden presentar propiedades ópticas, magnéticas, conductoras, fluorescentes, biológicas, etc. muy diversas, lo que junto con su pequeño tamaño los hace potencialmente aplicables a muchos campos.

Así que el campo de aplicación es enorme, desde sondas fluorescentes a fármacos antitumorales, pasando por catalizadores de reacciones muy diversas. Aunque a lo largo de estos años hemos abordado distintos ámbitos de aplicación, hoy en día nos hemos centrado en dos ámbitos principalmente, la catálisis y la biotecnología.

¿Cómo se aplican?

Los AQCs como catalizadores tienen un amplio rango de aplicación, tanto en catálisis homogénea como heterogénea, con una eficacia demostrada en una amplia variedad de reacciones. Son unos catalizadores versátiles, ya que pueden funcionar tanto como catalizadores químicos, como fotocatalizadores o electrocatalizadores. Esto nos abre las puertas a sectores e industrias tan variadas como la industria química, el tratamiento de aguas residuales o la industria petrolífera y energética.

133 patentes solicitadas

Uno de los grandes retos de las startups tiene que ver con dar el salto del laboratorio a la industria, ¿cómo fue ese proceso en Nanogap?

La transferencia tecnológica es ardua y lenta, más en un área de la investigación como es la nanotecnología, con una potencialidad enorme, pero debido a su juventud, todavía con retos por alcanzar.

Además, hay que tener en cuenta que en nuestro país todavía es una asignatura pendiente el lograr más fluidez entre la Universidad y la industria y esto se nota a la hora de funcionar. En ese sentido, nos consideramos afortunados por haber sido capaces de establecer una dinámica con la Universidad de Santiago de Compostela (USC), fundamentada en un buen acuerdo de transferencia que nos ofrece la flexibilidad y seguridad que necesitamos y que, por otra parte, protege y beneficia a la Universidad y los investigadores con los que colaboramos.

También nos consideramos afortunados por el apoyo que hemos encontrado en nuestros socios industriales y financieros que siempre han sabido entender que nuestros tiempos son distintos que en otro tipo de negocios. Esto es fundamental y no siempre es fácil que el que el inversor entienda cómo funciona el I+D.

En el proceso hemos aprendido mucho, una de las claves es el equipo. Es importante saber rodearse de los expertos adecuados en cada ámbito y definir bien sus responsabilidades. En nuestro caso, resulta especialmente relevante la relación que seguimos manteniendo con el grupo de investigación de los profesores Arturo López Quintela y Pepe Rivas, y seguir contando con su asesoramiento científico para asegurar el correcto desarrollo de la tecnología transferida.

¿Qué papel ha jugado la protección de la propiedad industrial en su evolución y desarrollo?

Como ya comenté antes, la semilla de NANOGAP fue una patente, así que llevamos la PI en nuestro ADN. Desde nuestros inicios la PI ha sido una parte muy relevante del negocio, siendo hoy en día uno de los activos intangibles más importantes de la compañía, sino el que más. Prestamos especial atención a la protección de todos nuestros productos y procesos, para mantener la ventaja competitiva sobre nuestros competidores y asegurarnos la libertad operacional que necesitamos.

Además, la PI se trata de una pieza fundamental de la transferencia tecnológica entre el grupo de investigación del que surgimos y la industria, y se hace vital para mantener una relación provechosa y sana entre ambas partes.

¿Cuántas familias de patente conforman su cartera en la actualidad?

Actualmente tenemos 17 familias de patentes, con un total de 133 patentes solicitadas en las distintas oficinas nacionales y regionales, de las cuales un 82% ya han sido concedidas. En líneas generales tenemos un objetivo de solicitar dos patentes por año, aunque esto es variable, ya que depende en gran medida de los desarrollos que tengamos en marcha con nuestros clientes, de los proyectos de investigación en que participemos y del trabajo del grupo de investigación de la USC.

¿Cómo cree que ha influido esa cartera a la hora de atraer inversión privada? ¿qué importancia le han dado los inversores?

Si bien es cierto que no todos los mercados son igualmente sensibles a las patentes, en nuestro caso ha sido muy relevante a la hora de aportar valor a la compañía. Sobre todo cuando tratamos de competir en el mercado internacional con compañías que nos superan en tamaño y recursos. Nuestra cartera de patentes es fundamental para mostrarle a los inversores privados lo disruptivo y único que es todo nuestro know-how y el control que tenemos de nuestra tecnología y de sus futuros desarrollos.

Hasta hoy la empresa ha conseguido incrementar el valor de la empresa año a año basándose prácticamente sólo en el activo intangible y es precisamente ahora, después de más de 10 años, que ese intangible se está concretando en ingresos y desarrollo de negocio de crecimiento exponencial.

patente spinoff nanogap

De la Universidad de Santiago a Estados Unidos, Corea y Japón

Según sabemos, han patentado algunas de sus invenciones en países asiáticos como Japón o Korea y también en Estados Unidos. ¿Qué factores han tenido en cuenta a la hora de diseñar su estrategia de PI?

Los factores principales han sido los mercados objetivo y los socios estratégicos de la compañía. NANOGAP es una empresa que nace con una visión global. Traemos tecnología que cambiará la industria química y petroquímica tal y como la conocemos, tecnología que permitirá que sean viables nuevas formas de energía que hasta ahora no lograban competir y sustituir de verdad a las actuales, tecnología para el desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer con eficacias y mecanismos nunca vistos hasta ahora.

Este tipo de tecnologías sólo se pueden implementar en la industria con grandes multinacionales y una visión geográfica global. Es verdad que siendo una empresa tan pequeña tenemos que mirar con lupa nuestra estructura de costes, y por eso solemos abarcar entre el 70% y el 80% del mercado con el menor número de países posibles, pero por supuesto Japón, Korea, Estados Unidos y Europa son obligatorios para nosotros.

Uno de los servicios que ofrecen es el desarrollo de productos a medida, ¿cómo protegen sus invenciones en estos casos? ¿quién es el titular?

Uno de nuestros principios es mantener siempre el control de la propiedad industrial de nuestros productos y nuestros procesos. Sin embargo, a la hora de patentar en mercados o ámbitos que se alejan de nuestro conocimiento es muy importante hacerlo de la mano de quién sí sabe, por lo tanto, normalmente patentamos en cotitularidad con el cliente cualquier invención que surja de un desarrollo a medida en la aplicación de nuestros productos o cualquier paso intermedio necesario para la implementación industrial. De esta manera se asegura el mayor aprovechamiento de la patente.

Es importante también que nuestros clientes tengan su espacio para desarrollar sus propias patentes basándose en los AQCs, que precisamente por ser una tecnología tan única permite el potencial de patentar a lo largo de la cadena de valor más allá de los materiales y su uso.

En la actualidad cuentan con socios como Repsol, con una sede en EEUU y con un socio estratégico en Japón, ¿cómo ven el futuro de la compañía?

El futuro es prometedor. En ausencia de problemas externos (véase la actual crisis del covid-19) nuestro futuro pasa por seguir creciendo de la mano de partners industriales que abran las puertas a nuestros productos dentro de los mercados objetivo. Desde el punto de vista de clientes NANOGAP cuenta hoy con más de 10 proyectos en distintas fases de implementación (prueba de concepto, escala piloto, implementación industrial) con grandes multinacionales que ya han apostado por la tecnología de NANOGAP.

Desde el punto de vista financiero, hoy nos encontramos en medio de la búsqueda de la siguiente ronda de financiación. Esperamos cerrar un consorcio de socios financieros y/o industriales que permitan dar el siguiente salto de crecimiento y valor a la compañía.

¿Es cierto que Nanogap ha fundado una compañía farmacéutica para el desarrollo de medicamentos anticancerígenos basados en los AQCs? ¿Podría hacernos algún comentario al respecto?

 La tecnología de NANOGAP, los AQCs, tienen múltiples aplicaciones, y la manera de mitigar el riesgo de dicha diversificación es una estrategia que sigue la siguiente ruta:

  1. Incubadora tecnológica (aquí se desarrollan oportunidades únicas e independientes, al ser posible de la mano de un partner, que sirven como prueba de concepto de la potencial unidad de negocio);
  2. Unidades de negocio (cuando una oportunidad es exitosa en la incubadora pasa a convertirse en una unidad de negocio y a estas le dedicamos el 80%-85% de nuestros recursos);
  3. Spin out (cuando esa unidad de negocio crece a un estado en el que puede ser independiente o bien porque ya genera beneficios o bien porque el crecimiento y financiación necesarios son muy característicos de esa oportunidad).

Arjuna Therapeutics es un ejemplo de tecnología que empezó en la Incubadora, se convirtió luego en una Unidad de Negocio y finalmente se escindió en un proceso de reestructuración y aunque NANOGAP sigue siendo el accionista mayoritario, ya tiene un equipo de gestión totalmente independiente y nuevos inversores preparados para convertir dicha tecnología en nuevos tratamientos contra el cáncer.

Por supuesto, nada de esto es posible si la propiedad industrial  no se desarrolló correctamente en la incubadora y si no se protegió y estudió la libertad operacional correctamente como Unidad de Negocio. Es importante trabajar en la “paquetización” de la tecnología en forma de patentes que permitan las distintas escisiones en las distintas aplicaciones, y siempre con un factor común a todas, el desarrollo de la plataforma tecnológica de los AQCs.

Juan Arias, ABG Intellectual Property Managing Partner

Comentario del Agente:

“Proteger por patente una tecnología tan radicalmente innovadora como la de Nanogap supone un reto muy interesante para un agente de patentes, puesto que en ocasiones para los examinadores puede resultar difícil entender la naturaleza y propiedades únicas de esta nueva clase de material. Sin embargo, gracias a la solidez científica del proyecto de Nanogap, fuimos capaces de superar dichas objeciones. De hecho, los clústeres quánticos atómicos gozan de una amplia y robusta protección por patente.”

Juan Arias

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