“La importancia de las traducciones en el sistema de patentes y en otras modalidades de propiedad industrial” fue el título escogido para la ponencia online que el socio fundador y director de ABG Intellectual Property, Juan Arias, impartió el pasado 16 de marzo a más de medio centenar de traductores e intérpretes de las instituciones europeas.
En la conferencia, organizada por el Departamento de Lengua Española de la Dirección General de Traducción de la Comisión Europea, intervinieron también el jefe del departamento, José Luis Vega Expósito, el coordinador de calidad del departamento, Alberto Rivas Yanes, así como Almudena Fernández Pérez, funcionaria de la Oficina Española de Patentes y Marcas actualmente destacada como experta nacional en la Dirección General de Traducción de la Comisión Europea.
En su clase magistral Juan Arias comenzó haciendo una aclaración básica, pero que es fuente habitual de equívocos: “En castellano llamamos propiedad intelectual a los derechos de autor, y propiedad industrial a patentes, marcas y diseños. Sin embargo, en inglés el término “intellectual property” engloba tanto derechos de autor como propiedad industrial”.
Los idiomas en el sistema europeo de patentes
Tras diferenciar las características de las distintas figuras de protección legal de la propiedad industrial, Juan Arias abrió un apartado centrado en el sistema europeo de patentes. “En la actualidad 38 países forman parte del sistema europeo de patentes, y para obtener una concesión se presenta una única solicitud ante la Oficina Europea de Patentes (OEP)”, señaló.
Ahora bien, las lenguas oficiales ante esa institución son el inglés, el francés y el alemán y, según comentó el antiguo examinador de la OEP y agente europeo de patentes, aunque la solicitud se pueda presentar en otros idiomas, se requiere una traducción sin añadidos técnicos en alguna de las lenguas oficiales.
“El contenido de una solicitud de patente es, a la vez, técnico y legal, por lo que es imprescindible que los traductores que se ocupen del encargo estén especializados en el ámbito en el que se haya realizado la invención. En este sentido, hay que decir que, en el caso de que existieran inexactitudes, el documento en la lengua empleada en el procedimiento ante la OEP será el que prevalezca legalmente”.
La importancia de las traducciones en las patentes y marcas europeas
Tras el proceso de tramitación, cuando la OEP comunica la intención de concesión de la patente europea, el solicitante tendrá que aportar la traducción de las reivindicaciones a los otros dos idiomas oficiales de la OEP (generalmente al francés y alemán).
En cuanto a las necesidades de interpretación, Juan también afirmó que “en los procedimientos de oposición y recurso es relativamente frecuente que en las vistas orales se empleen indistintamente inglés, alemán y francés. En esos casos la OEP – previa petición de alguna de las partes – proporciona interpretación simultánea de un idioma oficial a otro. Es esta una interpretación muy particular porque se tratan temas técnicos muy complejos”.
Ahora bien, para que la patente europea concedida tenga validez en los países designados hay que registrarla en la correspondiente oficina nacional, un proceso que en el argot se conoce como validación. Cada una de esas oficinas establece sus propios criterios para definir el trámite y, en muchos casos, es imprescindible aportar la traducción en el idioma oficial del país.
“La mayoría de los países adheridos al sistema europeo de patentes requieren traducción, ya sea únicamente de las reivindicaciones o de la solicitud completa, como es el caso de España, Portugal, Italia, Austria, Grecia y de la mayoría de los países del este”, apuntó Juan Arias.
Marcas de la Unión Europea
A diferencia de las patentes, en el caso de las marcas, la institución de registro y concesión sí que es un órgano perteneciente a la Unión Europea (Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, EUIPO) y protege signos distintivos en 27 países con un único trámite. Para presentar una solicitud se puede escoger cualquiera de las 23 lenguas oficiales de la UE, pero obligatoriamente debe elegirse un segundo idioma entre los cinco oficiales de la EUIPO: inglés, español, alemán, francés e italiano.
Desde ABG Intellectual Property queremos agradecer al Departamento de Lengua Española de la Dirección General de Traducción de la Comisión Europea la organización de la sesión. Para nosotros es, sin duda, un orgullo haber tenido la oportunidad de divulgar el sistema de propiedad industrial entre los traductores e intérpretes de las instituciones de la Unión Europea y esperamos que la ponencia les resultase interesante y enriquecedora.